De vuelta de unas vacaciones en Francia, en el Perigord, al que dedicaré una entrada con algunas fotitos, lo que me ha impresionado es lo malas que son sus carreteras. Las autopistas estaban muy bien, y no eran caras comparadas con las de España (el problema es que apenas tienen autovías y hay que pagar para moverse por todos los sitios, pero no son más caras que en España). Pero las carreteras son otra cosa.
El asfalto está bastante bien, pero muchas están sin pintar, sin arcén, sin carteles de prohibido adelantar... y no eran carreteras de poca importancia. Creo que en España este tipo de carreteras al menos tendrían señalización y líneas pintadas en el suelo.
Cuando oigo a la gente decir que en España hay más accidentes porque tenemos malas carreteras y voy a Francia, Inglaterra, Escocia, Noruega, etc. y las carreteras son muy malas comparadas con las de aquí sólo me viene a la cabeza una cosa: hablamos por hablar. Si hay más accidentes (que realmente no es así, estamos en la media de la UE) es por otros motivos.
Lo que me lleva a preguntarme: si somos más pobres que ellos y tenemos mejores carreteras, ¿no estaremos derrochando? Quizá Merkel piense en estas cosas cuando no quiere rescatar países al sur de Europa. Aunque siendo un país turístico no está de más tener buenas infraestructuras.
Por cierto, en Francia sí que hay que comparar el precio entre gasolineras, vimos una diferencia de 12 céntimos el litro en dos separadas apenas 100 metros.
2 comentarios:
Suscribo tu comentario sobre las carreteras de Francia y añado las de Inglaterra, Irlanda o Portugal que son las que conozco. Si de algo no podemos quejarnos en España es de buenas carreteras en general.
Quizás el problema resida en nuestra manera de conducir entonces....
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