viernes, agosto 27, 2010

Plutonio 239

El plutonio 239 es una de las sustancias producidas por el hombre que más miedo dan. Su periodo de semidesintegración (el tiempo que tarda en reducirse su radiación a la mitad) es de 24.200 años. Se puede usar para realizar bombas nucleares, y además sólo se necesita un tercio del peso de uranio para construir una bomba igual de potente. Es un residuo que se genera en las centrales nucleares. Y sin embargo...

¡Sin embargo lo podemos sostener con la mano sin que nos pase nada! Siempre que no lo inhalemos los efectos de la radiación no nos afectan. Emite partículas alfa, que no logran traspasar nuestra piel. De hecho con una hoja de papel es suficiente para contener las partículas alfa. Ahora, si lo inhalamos es fácil contraer un cáncer de pulmón (aunque en la práctica nadie ha muerto de cáncer de pulmón por inhalar plutonio 239 a pesar de que hay casos de inhalación).

Más info:
Wikipedia: Plutonio
Wikipedia: Plutonio 239
Wikipedia: Partículas alfa

martes, agosto 10, 2010

Viaje a China (y VII): conclusiones

Esta serie de entradas acerca del viaje a China con motivo de la luna de miel ha sido, creo recordar, la serie más larga de entradas que jamás he escrito en el blog (si exceptuamos los de los juegos de mesa, que tengo algo abandonados; sin embargo, aquellas no tienen continuidad y estas de China sí). Así que me gustaría cerrar la serie con algunas conclusiones que he extraído del país. Por supuesto puede ser una visión muy sesgada: no conozco el idioma; he sido un turista; sólo he visitado zonas urbanas, no rurales; etc.

Lo primero que me ha sorprendido de China es que a pesar de ser un país comunista no hay pintadas con exaltaciones del régimen y de los líderes, como sí he visto en Cuba por ejemplo (y en Venezuela, aunque sea una democracia tiene unos tintes dictatoriales bastante pronunciados). Otra cosa curiosa es que apenas hay banderas por las calles. Una excepción a todo esto es la plaza de Tiananmen, que tiene una foto de Mao, el mausoleo y banderas. Pero, como digo, es una excepción.

Otra cosa que me ha sorprendido es que, a pesar de tener un régimen de control de la información muy fuerte, hay periódicos en inglés locales que critican abiertamente al régimen. Incluso en la televisión pública tienen un canal en inglés en el que hacían debates sobre temas en los que se exponían críticas a las políticas del Gobierno chino (concretamente la política de un solo hijo). Es decir, parece que al menos en la información en inglés no hay mucha censura. No sé si la información en chino será igual. Sí que percibí cierta censura en el acceso a Internet, ya que Facebook no iba y Google Reader a veces tampoco. No tuve problemas con Gmail.

El tercer aspecto que me ha sorprendido de China es que el medio ambiente vende, está de moda también aquí. Se ve publicidad con las palabras "low carbon emissions" y cosas similares. Hay multitud de motos eléctricas. Casi todos los tejados de las casas tienen energía solar térmica para calefacción y agua caliente (mucho más que en España). Y aunque continuamente se critica a China por su elevado gasto energético, creo que están siguiendo el mismo camino que occidente. Lo que pasa es que saben que para crecer necesitan energía y ven con malos ojos que occidente les aleccione cuando el consumo de energía por habitante en China es muy bajo (debido a las zonas rurales) y creen que imponer limitaciones puede detener su crecimiento. Hay hecho barbaridades ecológicas como la presa de las tres gargantas, pero que producen tanta energía como 30 centrales nucleares. Tienen muchas centrales de carbón, muy contaminantes, pero es porque localmente tienen minas de carbón y quieren reducir su dependencia energética del exterior (por cierto, España hace lo mismo). Etc. Una cosa que es cierta es que todo el mundo tiene aire acondicionado, todas las casas, sin excepción. Y lo ponen fuerte. Aquí les queda por avanzar, pero con el calor que hace en verano no me extraña que lo usen.

También me ha sorprendido no encontrarme con una contaminación excesiva ni con mucha gente escupiendo por la calle. Es una de las cosas que más destacaban las guías. Lo de la contaminación quizá sea porque en verano no funcionan las calderas de carbón. Y lo de escupir porque en los juegos de Beijing 2008 concienciaron a la población. Sí que se ve escupir, pero no más que en algunas zonas de España. Y normalmente lo hacen en las papeleras. Es decir, se ven avances en China. Y los avances son muy muy rápidos, porque las guías de viajes se quedan desactualizadas con mucha rapidez (no compréis algo que no sea la última edición de una guía si os disponéis a visitar China).

También me ha sorprendido lo alto que hablan y que no intentan esquivar a la gente por la calle. Yo pensaba que en España hablábamos alto. Pero cuando dos chinos se hablaban conmigo en medio en el metro a gritos me sentí como un sueco en el metro de Madrid. ¿Será que cuanto más avanza la sociedad menos grita la gente? Lo de esquivar es increíble, la verdad. Por la calle los chinos andan rectos, y no intentan esquivar a los que van de frente como en España. Los choques son frecuentes. En fin, diferencias culturales.

Y por último, me ha sorprendido que están promocionando el consumo y el turismo interno. Es una de las pegas de China en el plano económico, dependen demasiado del exterior. Necesitan crecer más por el consumo interno. Y lo están promocionando, vaya que si lo hacen. Los dirigentes saben que su economía está descompensada y esos estímulos a la población están haciendo que se vea gente comprando compulsivamente, como en España en los centros comerciales. Será bueno para China y para el resto de las economías del mundo, aunque seguramente no para el medio ambiente. ¿Pero podemos exigirles que sigan siendo pobres para salvar el planeta sin estar dispuestos nosotros a hacer sacrificios?

Espero que la serie os haya resultado interesante.

Más info:
Viaje a China (I): consejos generales
Viaje a China (II): Beijing
Viaje a China (III): Xian
Viaje a China (IV): Guilin y Yangshuo
Viaje a China (V): Shanghai
Viaje a China (VI): Shuzou y Hangzhou

lunes, agosto 09, 2010

Viaje a China (VI): Shuzou y Hangzhou

Ya comenté en la entrada sobre Shanghai que desde allí hicimos dos viajes en el día a dos ciudades cercanas. Estas son Suzhou y Hangzhou. Un día fuimos a Suzhou (ida y vuelta a Shanghai en el mismo día) y al día siguiente fuimos a Hangzhou siguiendo el mismo procedimiento. Suzhou es una ciudad llena de jardines y canales, la Venecia del este la llaman (discrepo). Hanzhou es una ciudad cuyo foco está en el lago, un lago bastante grande, que se puede rodear por caminos peatonales y lleno de construcciones muy chinas (templos, pagodas, etc.).

Para ir a ambas ciudades usamos el tren. La forma de comprar los billetes fue directamente en el hotel en el que nos alojábamos en Shanghai. Fueron muy eficientes, aunque nos cobraron por gastos de gestión 30 yuanes por billete. No es mucho, pero teniendo en cuenta que los billetes a Suzhou costaban alrededor de 30 yuanes y a Hangzhou unos 60 yuanes, es bastante. El tren a Suzhou salía de la estación Norte de Shanghai y el de Hangzhou de la estación Sur. A ambas estaciones fuimos en metro sin problemas, pero a la vuelta de Hangzhou nos cogimos un taxi porque estábamos cansados, lo que nos permitió ver las espectaculares vistas de Shanghai de noche, con los edificios iluminados. Las estaciones de tren chinas son un mundo en sí. Un montón de gente arremolinada en torno a la entrada y cuando abren las puertas una estampida. Y eso que los asientos eran numerados. Por cierto que a la vuelta de Suzhou no había asientos, así que fuimos de pie en un tren de media-alta velocidad, junto con un montón de gente. A Suzhou se tarda 40 minutos y a Hangzhou 1h y 30'.

Al llegar a Suzhou tuvimos que coger un taxi para ir al centro (concretamente a la pagoda Norte) debido a que era complicado encontrar el camino para ir andando, había que cruzar las vías del tren y no había pasos a la vista (luego había uno subterráneo no muy lejos de la estación, pero fue mejor ir en taxi; eso sí, en la parada de taxis nos tiramos media hora esperando).

Aunque Suzhou es famosa por sus jardines únicamente entramos en el jardín del administrador humilde (70 yuanes). De humilde nada, porque se hizo un jardín inmenso, que a pesar de la cantidad de gente visitándolo y del calor, estaba bastante chulo.



Otra cosa imprescindible de visitar, y que curiosamente no viene en la Lonely Planet, aunque sí en Wikitravel, es la calle Ping Jiang Road. Es la mejor calle para apreciar los canales: peatonal, restaurada, y llena de restaurantes y tiendas con buen gusto que además no acosan a los turistas. Esta parte es la que se parece a Venecia (es muy distinta pero equivalente en cuanto a belleza) si no fuera porque las aguas están bastante ponzoñosas. Yo diría que Suzhou es la Venecia ponzoñosa del este. El resto de canales que hay por la ciudad no me parecieron que estuvieran rodeados de un entorno agradable, así que Suzhou me decepcionó algo. Yo me imaginaba que toda la ciudad sería como Ping Jiang Road.



Siguiendo los consejos de Wikitravel fuimos a la antigua casa del poeta Yu Yue, que ahora es un jardín y casa de té y que no suele aparecer en las guías turísticas. Lo bueno de este sitio es que no hay aglomeración de gente, si acaso de gente local que viene a tomar el té con sus amigos. Los jardines son bonitos, la casa también y sobretodo es una experiencia algo más auténtica que ir de sitio turístico en sitio turístico. Muy recomendable.


Para comer dimos con un sitio de dim sum estupendo, llamado Pin Von, en la calle Ping Jiang Road 94. Carta en inglés, lugar agradable, comida exquisita y precios bajos (excepto el té, cuidado al pedir algo que se salga del té chino). Un sitio muy recomendable.

Para volver al tren tuvimos problemas con los taxis, ya que debían estar de cambio de turno y no querían ir hacia la estación, que está en el Norte. Sin embargo un autobús nos paró y a pesar de nuestras dudas, iba a la estación de tren. Fue muy amable porque no estábamos en una parada sino intentando parar taxis. Es conveniente saber que justo al lado de la estación de tren está una estación de autobuses y por tanto muchos van para allí.

Al llegar a Hanghzhou el trayecto hacia el lago fue más sencillo, ya que sabíamos que el autobús K7 iba hacia allí. Fue sencillo cogerlo. Aunque el autobús finaliza en el templo Lingyin, nosotros no fuimos hasta allí y nos concentramos en dar la vuelta al lago andando. Otra opción es en bicicleta, pero hay que contar con el tiempo para conseguir una y además en verano hace demasiado calor. También se pueden parar unos coches eléctricos (de golf) que te dan la vuelta al lago por 40 yuanes o un cuarto de vuelta por 10 yuanes.

La vuelta al lago me pareció impresionante, es una de las cosas que más me han gustado de China, debido a las construcciones, la vegetación, que es un paseo peatonal, etc. Son 10 Km o así, pero merece la pena dar la vuelta entera.




Dentro de la ruta alrededor del lago visitamos un templo de budismo zen, que aunque es el origen tiene poco que ver con el budismo zen japones. El templo estaba en obras, así que no merece mucho la pena visitarlo. Y además, todas las construcciones en China son muy similares. No se encuentran diferencias entre el budismo zen, budismo tibetano, taoísmo o confucionismo. Todo es muy similar.



De vuelta a la estación tomamos otro autobús de vuelta que nos dijeron en una oficina de información y turismo.

Más info:
Viaje a China (I): consejos generales
Viaje a China (II): Beijing
Viaje a China (III): Xian
Viaje a China (IV): Guilin y Yangshuo
Viaje a China (V): Shanghai

viernes, agosto 06, 2010

Viaje a China (V): Shanghai

El siguiente punto en el camino es Shanghai, el centro financiero de China y una de las ciudades más pobladas del mundo. Esta ciudad prometía tener un aire más cosmopolita que lo que habíamos visto de China, y aunque no deja de ser China, la verdad es que sí que lo es. Por ejemplo, el uso de taxis fue más sencillo, no tuvimos problemas (aunque había que llevar la dirección escrita siempre en Chino). Nosotros pasamos seis días aquí, aunque realmente dos de los días hicimos excursiones a dos ciudades cercanas que comentaré en un artículo aparte. Cuatro días están bien para ver la ciudad, incluso algo menos. Y hay que recordar que lo más reseñable es la zona moderna de la ciudad, por lo tanto es un turismo muy urbano.

En Shanghai hay dos aeropuertos. Nosotros llegamos al aeropuerto de Pudong, el más internacional, y luego nos volvimos a Beijng desde el de Hongqiao, que es algo más pequeño. Es la mejor combinación, ya que Pudong está muy bien combinado por transporte público y en cambio Hongqiao no tanto y la cola de taxis puede ser muy bestia. Desde Pudong al centro se puede ir en metro o en el tren de levitación magnética Maglev. Por 40 yuanes merece la pena coger el Maglev e ir a una velocidad punta de ¡¡¡430 Km/h!!! y recorrer los 30 Km que separan el aeropuerto de la ciudad en sólo 7 minutos. El Maglev te deja en la estación de metro Longyang Road, y desde ahí se puede coger el metro al destino que sea, por 3-4 yuanes (más caro que el de Beijing).

Nosotros nos alojamos en el Astor House Hotel, un hotel muy bueno y muy bien situado. El hotel fue el primero que existió en la ciudad y conserva su carácter señorial, pero con buen gusto. Los botones van con falda escocesa (!), y es el único sitio de China donde hemos tenido que dar propina a alguien. Los precios pueden ser muy altos, pero pillamos la habitación más barata, en el último piso, que estaba fenomenal, y nos costó unos 700 yuanes la noche. Incluso se veía el Bund y Pudong desde la ventana. El minibar es bastante barato para los estándares europeos. El desayuno, incluido en el precio, era espectacular.

Muy cerca del hotel, empieza el Bund, el paseo por la orilla del río Huangpu contraria a Pudong, donde están los edificios más altos de Shanghai. El paseo por esta zona, peatonal, es muy recomendable tanto de día como de noche. Eso sí, está lleno de turistas.


Otro sitio interesante de visitar son los jardines de Yu (Yuyuan). Están relativamente cerca del final del Bund (se puede ir andando). El único problema de los jardines es que son una romería. Llenos de gente hasta los topes. Eso sí, fuimos en sábado, que a lo mejor afecta. Los jardines, además, están rodeados de una zona peatonal llena de tiendas que también están hasta los topes. Una pena que unos jardines tan bonitos estuvieran tan masificados. Pero así es la vida del turista.




Otra zona que hay que ver es Pudong, con sus edificios enormes. La mejor forma de llegar es en metro. Dicen que hay bastantes atascos por los puentes y túneles que cruzan el río Huangpu, así que evitad el taxi. Dentro de Pudong existen tres edificios a los que se puede subir. Ya que estábamos aquí decidimos subir al Shanghai World Financial Center (SWFC), el tercer edificio más alto del mundo y el que tiene el observatorio más alto del mundo (477 metros de altura, y la friolera de 150 yuanes por subir). Merece la pena por las vistas, aunque hay unas colas muy largas para subir y para bajar. Como siempre, todo lleno de gente.



También fuimos a la Expo 2010 Shanghai China, que estará abierta hasta el 31 de octubre de 2010. Sinceramente, no merece la pena. Hacía demasiado calor, demasiada gente (colas de 4 a 6 horas en casi todos los pabellones) y la comida era cara y mala. En el único pabellón que se podía entrar era en el de España (porque somos españoles y te dan entrada VIP) y dentro es un espectáculo de estereotipos (flamenco, toros, fútbol, Benidorm) y algunas cosas de mal gusto (fotos del 11M y un bebé gigante que da miedo). En fin, mejor no ir, que encima la entrada no es que sea barata. Eso sí, los edificios eran bastante chulos, pero con tanto calor no se puede disfrutar de nada.



El museo de Shanghai bien merece una visita para ver sobretodo caligrafía china, sellos chinos y pintura china. Cuidado con lo que dice de los horarios la Lonely, que estaba mal. Abría todos los días de 9h a 17h.

Volviendo de la estación sur de trenes de una de las visitas a los alrededores (que como digo, comentaré en una entrada aparte) en taxi por la noche vimos una vista muy espectacular de Shanghai. Y es que no iluminan únicamente los edificios de Pudong, sino toda la ciudad. Cualquier casa está iluminada y desde el taxi y en las autopistas elevadas se ven cosas bastante curiosas (algunos edificios no son aptos para epilépticos).

Y la mayor decepción de Shanghai fue la concesión francesa. Lo vimos todo muy moderno. Xintiandi es una especie de centro comercial al aire libre de restaurantes y cafeterías, todo muy artificial. Algo mejor estaba el Taikang Road Art Center, la verdad, al menos no era tan artificial.

Lo de hacer compras en Shanghai fue un poco odisea. La Lonely recomendaba un sitio llamado Friendship Store, debido a que no hay que regatear, pero estaba cerrado y el edificio se caía a cachos. La zona comercial de Nanjing Road era también una romería de gente y todo lleno de centros comerciales agobiantes. Pero en alguna callecita pudimos comprar souvenirs a buen precio. La tienda que recomienda la Lonely llamada Chinese Printed Blue Nankeen Exhibition Hall en la concesión francesa estaba muy bien, bastante auténtico, pero los precios que decían la guía estaban muy mal. Las cosas eran bastante más caras (un factor de x10). Es curioso, por cierto, que la Lonely Guide está más enfocada en Shanghai a ir con un nivel alto que a ir de mochilero. Los sitios de compras que recomienda son caros, comparado con otras ciudades de China. ¿Será que se asume que Shanghai es una ciudad que visita gente con mayor poder adquisitivo?

Respecto a comer, encontramos un sitio de noodles que estaba bastante bien en la Nanjing Road (número 309). Se llama 1001 Noodles, dentro de un centro comercial. Estaban bastante buenos y el sitio no era para nada cutre, todo lo contrario, con mucho estilo.

Para ir al aeropuerto de Hongqiao el taxi nos costó 100 yuanes, y tardamos (sin tráfico) una media hora. El taxi fue con taxímetro y nos lo llamó el hotel.

Si tuviera que quedarme con tres cosas de Shanghai serían sin duda el paseo por el Bund de día, el paseo por el Bund de noche y subir al SWFC para ver las vistas.

Más info:
Viaje a China (I): consejos generales
Viaje a China (II): Beijing
Viaje a China (III): Xian
Viaje a China (IV): Guilin y Yangshuo
Viaje a China (VI): Shuzou y Hangzhou

martes, agosto 03, 2010

Viaje a China (IV): Guilin y Yangshuo

Siguiendo el hilo del viaje a China, la siguiente parada después de Xian fue Guilin, que por cierto se pronuncia gu-i-lin, la u no es muda. Esta ciudad es muy turística debido a los famosos cruceros por el río Li, que pasa por la ciudad, y nuestro objetivo principal era hacer dicho crucero y contemplar el paisaje cárstico tan espectacular. Estuvimos tres días en Guilin y la verdad es que con dos hubiera sido suficiente, aunque siempre es posible realizar más rutas organizadas.

Desde el aeropuerto de Guilin hay un autobús que por 20 yuanes te deja en la ciudad y luego desde allí cogimos un taxi que por 10 yuanes nos dejó en el hotel. Nuestro hotel estaba enfrente de uno de los lagos artificiales que tiene la ciudad, en un entorno muy bonito. El hotel es el Jing Guan Ming Lou Holiday Hotel y es un hotel pequeño, decorado con bastante buen gusto (antigüedades) y bastante barato (unos 320 yuanes por noche). La única pega es que la habitación tenía humedad. Olía a sótano y las cosas estaban húmedas. No sabemos si es un problema concreto de dicha habitación o si era algo que pasaba en todo el hotel. Eso sí, no teníamos que poner el aire acondicionado y se estaba fresco, cosa que no se puede decir del exterior (38ºC y 90% de humedad). Por cierto, a pesar de lo que dice la Lonely Planet, sí que hablan inglés en el hotel.



Lo primero que hicimos nada más llegar fue contratar el tour por el río Li. Queríamos el tour largo, que va desde Guilin hasta Yangshuo, y que son unas 4 horas y media. Tanto en el aeropuerto, como en el hotel como en una agencia de turismo nos cobraban unos 450 yuanes por persona, pero en CITS logramos el mismo crucero por 350 yuanes, quizá porque nos vieron entrar con información de la otra agencia. Así que hay margen para regatear. Lo único malo de CITS es que luego llamaron al típico timador que te quiere vender entradas para el teatro, arte y té.

Guilin en sí no tiene mucho misterio. Los lagos artificiales son monos, hay islas y hasta un par de pagodas en ellos. Todo alrededor de los lagos está ajardinado y bien merecen un paseo por ellos. En el centro hay una calle peatonal que como siempre está llena de puestecillos donde te intentan vender de todo. Y al norte está el Pico Bello y Solitario, donde se puede subir a contemplar la ciudad, pagando 70 yuanes por entrar en el parque. Algo caro para un pico que no es que sea especialmente bello y de solitario nada de nada. También es típico ir a las terrazas de arroz de Longji, que tenían buena pinta, por unos 130 yuanes por persona, pero al final no nos apuntamos. Es lo malo de Guilin, que el centro se ve en poco tiempo y que para el resto hay que contratar excursiones que no hacen más que intentar sacarte la pasta.




El crucero estuvo muy bien. Nos recogieron del hotel, nos llevaron en autobús al puerto, nos montaron en el barco y estuvimos cuatro horas de crucero disfrutando de las espectaculares vistas. En el barco se come en un buffet mediocre. El problema quieren que te apuntes a otra excursión una vez llegados a Yangshuo, y el guía no hace más que dar el coñazo para que te apuntes durante todo el trayecto. Seguramente la excursión estuvo bien, pero nosotros no teníamos ganas. Eso sí, cuatro horas esperando en Yangshuo son excesivas. El pueblo en su día debió ser una preciosidad, con las calles metidas entre montañas verticales, pero hoy en día se lo han cargado. La zona peatonal no está mal, si no fuera porque los vendedores te asaltan. Pero fuera de dicha zona es un horror. Nada que ver con lo que decía la Lonely Planet. Casi merece más la pena contratar un crucero para chinos (que no incluye comida ni el autobús de vuelta, pero cuesta entorno a 200 yuanes) y luego ir a la estación de autobuses de Yangshuo y coger un autobús de vuelta a Guilin. Nosotros nos metimos en una cafetería muy recomendable llamada Ming Yuan, decorada con muy buen gusto, para esperar al autobús de salida. Está justo enfrente de la cascada de Yangshuo.




Sobre la comida en Guilin, estuvimos en el Guilin Ren que recomendaba la Lonely Planet, que ahora se llama Guilinese. No estaba mal, pero tampoco era nada espectacular, un sitio de comida rápida china. El que sí que estuvo bien fue el Baiwei Dumpling Restaurant, que hizo honor a su nombre y nos sirvió unos dim sum muy buenos, aunque la camarera era algo desagradable. Y para algo más occidental me quedaría con el café Missi, muy cerca del hotel siguiendo la orilla del lago hacia la pagoda, y que tenía tanto comida china como occidental (ideal para desayunar ya que en el hotel es algo caro), y el café Shire Hobitton, que sí que viene en la Lonely.

El trayecto de vuelta al aeropuerto fueron 80 yuanes, todo encargado y pagado en el propio hotel.

Esto es todo sobre Guilin. Si tuviera que volver me quedaría con el crucero sobre el río Li, y sobretodo no volvería en verano bajo ningún concepto, porque el clima es muy muy húmedo y hace mucho calor.

Más info:
Viaje a China (I): consejos generales
Viaje a China (II): Beijing
Viaje a China (III): Xian
Viaje a China (V): Shanghai
Viaje a China (VI): Shuzou y Hangzhou

lunes, agosto 02, 2010

Libros mes de julio

Este mes he leído:
  • El quinto elefante - Terry Pratchet ***** : La guardia siempre da buenas novelas de Terry Pratchet y esta no es una excepción. Cada vez mete más intrigas políticas en sus novelas y esto le da un aire más realista e interesante. Una novela imprescindible, aunque debería ser leída después de Voto a bríos (que me leí después, cosas del azar).
  • Terminal World - Alastair Reynolds ****· : La imaginación de Alastair Reynolds no tiene límite, y en esta novela de ciencia ficción (pero sin naves espaciales) lo demuestra. Eso sí, la novela es algo gore, así que puede resultar desagradable en algunas partes.
  • ¡Voto a bríos! - Terry Pratchet *****· : Repito lo dicho en El quinto elefante. Esta novela también es estupenda, mezcla política, guerra, inmigración y humor de una forma irresistible.
  • After Dark - Haruki Murakami ***·· : Es una pena que haya empezado a leer a Murakami por su mejor novela, ya que el resto que me leo siempre me dejan un sabor de boca agridulce, pues no es capaz de llenarme tanto como la primera. Esta vez presenta una visión de la vida nocturna de Japón, interesante, sin duda, pero me faltó que desarrollara un poco más a los personajes y la historia.
  • Jpod - Douglas Coupland ***** : Nunca había leído nada de Douglas Coupland, y definitivamente es un autor imprescindible. Jpod es una de las novelas más divertidas que he leído, con golpes de humor absurdo geniales. Buenísima.

Películas y series mes de julio

Este mes he visto las siguientes películas:
  • En tierra hostil ***··: La verdad, me esperaba bastante más de esta película. Nos da una visión bastante cruda de la vida de los soldados en Irak, pero creo que añadir el punto de locura del protagonista es exagerado y no era para nada necesario. No creo que pase a la historia como una de las películas bélicas fundamentales, a pesar del bombo y platillo que se le dio en los Oscars.
  • Tiana y el sapo ***··: Graciosa película de Disney que reescribe el cuento de la princesa y el sapo pero de una forma algo distinta. Es graciosa, aunque predecible en bastantes momentos. Entretiene.
  • Green zone **··· : Otra película bélica acerca de Irak donde nos muestran que lo de las bombas de destrucción masiva era una simple excusa para invadir el país. ¡Bienvenidos a 2003! Si alguien pensaba lo contrario hace 7 años es que tenía una fe infantil en los políticos. Aún así a la película le falta credibilidad, le sobra ingenuidad y no creo que muestre el verdadero ambiente que se vive y se vivió en Irak.