Ya comenté en la entrada sobre Shanghai que desde allí hicimos dos viajes en el día a dos ciudades cercanas. Estas son Suzhou y Hangzhou. Un día fuimos a Suzhou (ida y vuelta a Shanghai en el mismo día) y al día siguiente fuimos a Hangzhou siguiendo el mismo procedimiento. Suzhou es una ciudad llena de jardines y canales, la Venecia del este la llaman (discrepo). Hanzhou es una ciudad cuyo foco está en el lago, un lago bastante grande, que se puede rodear por caminos peatonales y lleno de construcciones muy chinas (templos, pagodas, etc.).
Para ir a ambas ciudades usamos el tren. La forma de comprar los billetes fue directamente en el hotel en el que nos alojábamos en Shanghai. Fueron muy eficientes, aunque nos cobraron por gastos de gestión 30 yuanes por billete. No es mucho, pero teniendo en cuenta que los billetes a Suzhou costaban alrededor de 30 yuanes y a Hangzhou unos 60 yuanes, es bastante. El tren a Suzhou salía de la estación Norte de Shanghai y el de Hangzhou de la estación Sur. A ambas estaciones fuimos en metro sin problemas, pero a la vuelta de Hangzhou nos cogimos un taxi porque estábamos cansados, lo que nos permitió ver las espectaculares vistas de Shanghai de noche, con los edificios iluminados. Las estaciones de tren chinas son un mundo en sí. Un montón de gente arremolinada en torno a la entrada y cuando abren las puertas una estampida. Y eso que los asientos eran numerados. Por cierto que a la vuelta de Suzhou no había asientos, así que fuimos de pie en un tren de media-alta velocidad, junto con un montón de gente. A Suzhou se tarda 40 minutos y a Hangzhou 1h y 30'.
Al llegar a Suzhou tuvimos que coger un taxi para ir al centro (concretamente a la pagoda Norte) debido a que era complicado encontrar el camino para ir andando, había que cruzar las vías del tren y no había pasos a la vista (luego había uno subterráneo no muy lejos de la estación, pero fue mejor ir en taxi; eso sí, en la parada de taxis nos tiramos media hora esperando).
Aunque Suzhou es famosa por sus jardines únicamente entramos en el jardín del administrador humilde (70 yuanes). De humilde nada, porque se hizo un jardín inmenso, que a pesar de la cantidad de gente visitándolo y del calor, estaba bastante chulo.
Otra cosa imprescindible de visitar, y que curiosamente no viene en la Lonely Planet, aunque sí en Wikitravel, es la calle Ping Jiang Road. Es la mejor calle para apreciar los canales: peatonal, restaurada, y llena de restaurantes y tiendas con buen gusto que además no acosan a los turistas. Esta parte es la que se parece a Venecia (es muy distinta pero equivalente en cuanto a belleza) si no fuera porque las aguas están bastante ponzoñosas. Yo diría que Suzhou es la Venecia ponzoñosa del este. El resto de canales que hay por la ciudad no me parecieron que estuvieran rodeados de un entorno agradable, así que Suzhou me decepcionó algo. Yo me imaginaba que toda la ciudad sería como Ping Jiang Road.
Siguiendo los consejos de Wikitravel fuimos a la antigua casa del poeta Yu Yue, que ahora es un jardín y casa de té y que no suele aparecer en las guías turísticas. Lo bueno de este sitio es que no hay aglomeración de gente, si acaso de gente local que viene a tomar el té con sus amigos. Los jardines son bonitos, la casa también y sobretodo es una experiencia algo más auténtica que ir de sitio turístico en sitio turístico. Muy recomendable.
Para comer dimos con un sitio de dim sum estupendo, llamado Pin Von, en la calle Ping Jiang Road 94. Carta en inglés, lugar agradable, comida exquisita y precios bajos (excepto el té, cuidado al pedir algo que se salga del té chino). Un sitio muy recomendable.
Para volver al tren tuvimos problemas con los taxis, ya que debían estar de cambio de turno y no querían ir hacia la estación, que está en el Norte. Sin embargo un autobús nos paró y a pesar de nuestras dudas, iba a la estación de tren. Fue muy amable porque no estábamos en una parada sino intentando parar taxis. Es conveniente saber que justo al lado de la estación de tren está una estación de autobuses y por tanto muchos van para allí.
Al llegar a Hanghzhou el trayecto hacia el lago fue más sencillo, ya que sabíamos que el autobús K7 iba hacia allí. Fue sencillo cogerlo. Aunque el autobús finaliza en el templo Lingyin, nosotros no fuimos hasta allí y nos concentramos en dar la vuelta al lago andando. Otra opción es en bicicleta, pero hay que contar con el tiempo para conseguir una y además en verano hace demasiado calor. También se pueden parar unos coches eléctricos (de golf) que te dan la vuelta al lago por 40 yuanes o un cuarto de vuelta por 10 yuanes.
La vuelta al lago me pareció impresionante, es una de las cosas que más me han gustado de China, debido a las construcciones, la vegetación, que es un paseo peatonal, etc. Son 10 Km o así, pero merece la pena dar la vuelta entera.
Dentro de la ruta alrededor del lago visitamos un templo de budismo zen, que aunque es el origen tiene poco que ver con el budismo zen japones. El templo estaba en obras, así que no merece mucho la pena visitarlo. Y además, todas las construcciones en China son muy similares. No se encuentran diferencias entre el budismo zen, budismo tibetano, taoísmo o confucionismo. Todo es muy similar.
De vuelta a la estación tomamos otro autobús de vuelta que nos dijeron en una oficina de información y turismo.
Más info:
Viaje a China (I): consejos generales
Viaje a China (II): Beijing
Viaje a China (III): Xian
Viaje a China (IV): Guilin y Yangshuo
Viaje a China (V): Shanghai
No hay comentarios:
Publicar un comentario