- Muchas webs de panales venden kits autoinstalables que consisten en paneles (el número depende de la potencia), regulador e inversor. La salida del inversor basta con conectarla a un enchufe de la casa y ya está.
- Para que os hagáis a la idea por tener un panel de 250 W el coste rondaría los 500 euros.
- ¿Qué pasa cuando el panel produce más electricidad de la que se consume? Que se vierte a la red. Esto es lo que quiere evitar el Gobierno (entre otras cosas) con la normativa. Este vertido, por cierto, se cobra como si fuera consumo ya que los contadores modernos son bidireccionales para evitar fraudes (instalaciones al revés).
- Cuando profundizas en las webs de paneles en el tema de la amortización muchas sacan el tema de que es mejor no pensar en estos conceptos al igual que no piensas en eso cuando compras un electrodoméstico: la idea es que compras un electrodoméstico para ahorrar dinero. Falso, claro, si el panel te cuesta más de lo que te vas a ahorrar en toda su vida útil es tirar el dinero. En la práctica, y después de mirar mucho, el periodo de amortización está entorno a 15 años, lo cual es mucho teniendo en cuenta que son autoinstalables, no hay mano de obra. De todas formas se puede reducir este periodo si se baja la potencia contratada, aunque es un riesgo porque en un día nublado puede que no haya suficiente potencia.
- Estas instalaciones son ilegales si no ponemos algo que evite los vertidos a la red (básicamente un inversor más caro) pero en muchas webs se fomentan instalaciones sin legalizar. Con el nuevo borrador de la normativa legalizar es más sencillo y barato, pero nos subirían la factura en el término fijo.
- Todo esto es sin baterías, ya que aumentan los costes de la instalación aunque serían instalaciones más sostenibles ya que no desperdiciaríamos energía (que además no cobraría la compañía eléctrica como si nos la hubiera vendido)
En mi opinión para que poner paneles de autoconsumo sea rentable hay que hacer varias cosas: primero, que la instalación sea sencilla, sin mano de obra externa (sin baterías ni acumuladores ni nada parecido); segundo, buscar el mejor precio de los paneles; tercero, instalación sin legalizar pero sin inyectar potencia en la red (gastarnos algo más en el inversor); cuarto, bajar la potencia contratada (cualquiera que vea una factura verá que realmente donde se va la mayor parte del dinero); quinto, no poner lavadoras los días nublados. Eso sí, tenemos que tener claro que lo que estamos haciendo no es legal.