martes, febrero 20, 2007

Guerra

No nos dejaremos desorientar por el toque de trompetas ni por la euforia que inevitablemente produce la llamada a las armas. Quienes ignoran las lecciones de la historia acerca de la locura de la guerra están obligados a algo peor que repetirlas... quizás a ser la causa de su propia muerte [...]
FEM Gladdstone, La caída de Hyperión (Dan Simmons)


En el discurso en el Senado después de una declaración de guerra contra los éxteres, la Funcionaria Ejecutiva Máxima de la Hegemonía suelta este discurso. He obviado lo que sigue, acerca de los sacrificios que llevarán a la victoria. Pero creo que más de una persona en este mundo debería leer y releer este párrafo. La historia cada vez se repite más rápido. Vietnam, Irak, ¿Irán?


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1 comentario:

Anónimo dijo...

Creo que algo ha cambiado en la sociedad. Ya no "nos dejamos desorientar por el toque de trompetas ni por la euforia que inevitablemente produce la llamada a las armas." Ahora la guerra suena mal, ya no nos matamos por honor ni por honra. Sigue siendo gente pobre que se mata por la riqueza de otra gente, pero ya no nos ciegan las mismas cosas que en otros tiempos

O al menos eso espero