lunes, diciembre 27, 2010

Viaje a Marruecos: Fez y Casablanca

Estas navidades he estado en familia en Fez y Casablanca, una forma original de celebrar la Navidad, aunque realmente el motivo del viaje era otro que no viene a cuento. Para no perder la costumbre, voy a reseñar brevemente el viaje, que merece la pena.

Para volar a Marruecos usamos Easyjet, vuelo Madrid-Casablanca ida y vuelta por 65 euros por persona todo incluido. Un chollo, aunque tuvimos retrasos tanto en la ida como en la vuelta, creo que ambas veces por un problema técnico en el avión. Fue bastante coñazo (si le juntamos que para pasar el control de pasaportes en Casablanca tardamos más de una hora la experiencia fue bastante penosa).

El viaje de Casablanca a Fez fue en tren. Desde el aeropuerto sale un tren a la estación central de Casablanca (Casa Voyageurs) y de ahí un tren a Fez que puede tardar de tres horas y veinte a cuatro y pico. Los horarios se pueden ver en la web de ONCF.

El hotel lo reservamos a través de una agencia, Nomada Tour, pero fue un error, casi mejor reservarlo directamente. Nos mandaron un bono de hotel con la reserva pero luego el mismo día descubrimos que el hotel no tenía noticia de la reserva y nos la cambiaron por otro hotel. Al final salió bien la cosa, pero tuvimos mucho estres por estar de viaje y sin saber claramente dónde íbamos a dormir, aparte de tener que realizar llamadas estando ya en Marruecos para solucionarlo.

El hotel en el que nos alojamos fue el Riad Arabesque, un palacio en la medina pero cerca de una puerta, con lo que el acceso es sencillo. El hotel es espectacular, un palacio árabe. El problema es que en diciembre hace frío en Fez (teníamos 4ºC por la noche) y los salones y techos altos de las habitaciones no acompañaban para lograr tener una temperatura agradable. Vamos, que hacía frío. Teníamos radiadores en las habitaciones, y eso era suficiente para calentarlas, pero los salones estaban fríos, muy fríos. Eso sí, esto en primavera y otoño debe ser espectacular, pues tiene una terraza con vistas a la medina de impresión. En verano quizá haga mucho calor, aunque hay aire acondicionado.



Desde el hotel contratamos a un guía, que nos llevó por la medina. Creo que fue un poco timo, fueron 300 Dh (unos 30 euros) más otros 300 Dh por el conductor y llevarnos de un sitio a otro por fuera de la medina. Primero nos dio una vuelta para ver la muralla, la puerta del palacio real y para ver una vistas desde altura de la medina. Simplemente espectacular. Y luego entramos en la medina por la puerta azul y nos llevó por los recovecos más extraños de la ciudad. Aprovechó, eso sí, para llevarnos a muchas tiendas donde quería que compráramos alfombras, pieles, especias, etc. Aunque pueda parecer un horror, no fue tanto, porque nos permitió ver una de las cosas claves de Fez. Las calles son estrechas, llenas de gente, las entradas de las casas parece que se van a caer a cachos, pero entras y hay un palacio. Es un poco la impresión que nos dio el hotel, que nos dio algo de miedo al entrar por un callejón estrecho, pero luego dentro era espectacular. Y es que Fez no es sólo las calles de la medina, sino los palacios que están metidos en la medina, el contraste entre el exterior y el interior. Pero reconozco que es un poco coñazo que el guía te lleve de tienda en tienda. Una vez que el guía nos soltó, ya nos sentíamos más seguros para recorrer la ciudad por nuestra cuenta y lo hicimos guiándonos por unos recorridos que hay indicados en mapas y la propia calle.








Después de dos días en Fez, estuvimos un día en Casablanca, en el que vimos la mezquita de Hassan II, una de las mezquitas más grandes del mundo. Un edificio impresionante terminado hace sólo 17 años y que da mucha pena, por la cantidad de dinero invertida en su construcción en un país que necesita otro tipo de inversiones. Para que os hagáis una idea, en su interior caben 25.000 personas rezando. Tiene una superficie interior de 20.000 m2. Casablanca no tiene mucho más que ver, su medina no es comparable a la de Fez. Realmente pasamos por aquí por el tema del vuelo. Nos alojamos en un hotel Ibis justo al lado de la estación de tren Casa Voyageurs, y estuvo correcto.



Nada más sobre este viaje. Fue breve pero intenso.

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