La victoria del PP ha sido menos espectacular de lo que me esperaba. No es que desmerezca su mayoría absoluta, la mayor que ha tenido este partido. Pero su victoria es prácticamente con los mismos votos que en 2008, y en aquella ocasión perdió las elecciones.
La clave de todo es el desplome del PSOE y la fragmentación de sus votantes entre otras opciones políticas. Parte de los votos del PSOE se han ido a IU, parte a UPyD, incluso a CiU (y sí, algunos al PP). Pero a lo tonto a lo tonto han perdido casi 5 millones de votos.
Al final el resultado es el mismo, el PP tiene un mandato muy claro y poder para hacer prácticamente de todo excepto reformar la constitución. Los partidos que están de celebración por sus buenos resultados (IU, UPyD, Compromis, Amaidur, CiU) no deberían estar celebrando tanto. Su poder es cero, menor que en la anterior legislatura, puesto que el partido gobernante no necesita sus votos.
Esperemos que el PP haga reformas, sean buenas, mejore al país y salgamos de la crisis (o al menos nos merezcamos el rescate con buenas condiciones). Tengo mis dudas. Pero como no lo hagan bien tendrán un futuro similar al del PSOE. Nos han prometido que todo esto era culpa del PSOE y que ellos sí sabían solucionar los problemas de España. Ahora llega la hora de la verdad.
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