Ayer estaba cenando en un restaurante en Alemania al que no iba desde la última vez que vine. Con el plato había ensalada. Me la estaba comiendo y tenía la extraña sensación de que no debía hacerlo. No entendía por qué, ya que estoy en un país desarrollado. Normalmente en países con condiciones sanitarias dudosas es mejor no comer verduras frescas ni beber agua del grifo. Es algo que tengo muy interiorizado, pero estoy en Alemania y no entendía por qué tenía la sensación de estar haciendo algo incorrecto.
Hasta que me dí cuenta. La última vez que estuve en este restaurante era en mitad de la crisis de los pepinos, cuando hubo unas cuantas muertes por bacteria E.Coli en Alemania y se pensaba que podía ser por verdura en mal estado. Cuando estuve prometí a mi familia que no comería verdura, y recuerdo haber estado en el mismo restaurante y comer de todo menos la ensalada que me sirvieron.
Yo no me acordaba, pero mi cerebro sí. Detectaba peligro. Es curioso, me he sorprendido a mi mismo.
2 comentarios:
Veo que te tomas MUY en serio las recomendaciones que te hacemos cuando sales de viaje :D
Me dejáis marcado!!
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