Hace diez años fui padre por primera vez. En su día lo dejé por escrito por el blog pero leyéndolo me parece que fui algo prematuro en la evaluación de lo que es ser padre. Y ya llevo un cuarto de mi vida siéndolo y desde luego fue un antes y un después.
Ser padre no es solo no tener tiempo para las cosas que hacías antes, es algo completamente diferente. Es pensar en primer lugar en los hijos y luego en todo lo demás. Es tener que pensar siempre en logística, horarios, prioridades, siempre con los hijos por delante.
Unos ejemplos muy tontos. Antes de tener hijos podía tomarme una cerveza de más. Ahora tengo que pensar: ¿y si uno se da un golpe y tengo que salir corriendo al hospital? Antes podía decidir sobre la marcha algún tema laboral (como salir más tarde o un viaje), ahora todo esto tiene que estar coordinado con agenda en mano.
Ojo, no me estoy quejando, me parece que la paternidad es una de las cosas más bonitas que puede existir, esa dependencia, ese verles crecer, contemplar su evolución. Pero también es responsabilidad, madurar a la fuerza y que la vida no esté centrada en la endogamia (individual o de pareja) sino en los niños.
Cada vez más divido al mundo entre los que tienen hijos y los que no. La forma de ver el mundo cambia.
Pero lo principal hoy es que ya tengo un hijo de 10 años que cada vez veo más mayor y eso me da satisfacción pero también algo de pena. Si hay algo que explicita el paso del tiempo es, sin duda, tener hijos en casa.
2 comentarios:
Enhorabuena Alejandro
Es curioso que hace unos dias hice yo justo 5 años de ser padre :D
Y si, no puedo estar más de acuerdo con lo que expones. Tener un hijo es una nueva vida que no tiene nada que ver con lo anterior y que no eres consciente hasta que lo vives
A disfrutar de los peques
Un abrazo
Gracias!! Igualmente!
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