jueves, junio 04, 2009

Google Wave y las innovaciones disruptivas

Seguro que muchos de los lectores del blog habrán oído hablar de Google Wave. Es una aplicación que está en fase alpha de Google y que redefine el correo, dando un salto espectacular. En lugar de correos electrónicos tendremos waves, que son conversaciones entre varias personas en las que todo queda registrado. Parecido a las conversaciones de Gmail, pero esto va mucho más allá. Por ejemplo, se puede responder en cualquier parte del mensaje, para añadir un pequeño comentario. Los que están dentro de la conversación pueden ver lo que está escribiendo otra persona en tiempo real. Se pueden añadir y compartir imágenes y documentos de una forma muy sencilla (drag and drop). Se puede editar lo que puso otra personal, al estilo wiki. Y todo cambio queda registrado, pudiendo reproducir toda la conversación desde el principio. Además, se pueden añadir objetos, como encuestas, Google maps, votaciones (muy útil para organizar una quedada)... También se puede insertar en la conversación un robot que lleve a cabo acciones, por ejemplo publicar todo en un blog (la conversación podría seguir en el blog), o en twitter. En definitiva, es algo más que un email, yo diría que una innovación disruptiva, un cambio fundamental en el concepto de comunicación electrónica.

Además, Wave es abierto. Es decir, cualquiera puede tener su servidor de Wave, al igual que cualquiera puede tener su servidor de correo electrónico. No es simplemente un proyecto de Google para dominar el mundo.

Antes de seguir dejo el vídeo de la presentación, dura una hora y veinte minutos, pero con ver del minuto 5 al 20 es suficiente (por cierto, no sabía que en Youtube se podía pinchar en cualquier minuto y empieza a reproducirlo desde ahí, aunque no haya descargado todo el vídeo):



Sin embargo, las innovaciones disruptivas tienen un problema: son traumáticas. Y algunas veces tan traumáticas que no llegan a funcionar. Voy a poner algunos ejemplos.

El primer ejemplo es la televisión. La televisión ha ido evolucionando a base de pequeñas mejoras. La tele era en blanco y negro y pasó a color. Se añadió el dual, el estéreo, teletexto, incluso últimamente una portadora de sonido digital. Y para todos estos cambios no hacía falta cambiar de televisor. Simplemente si te comprabas el último modelo, tenías más funcionalidades.

Con el correo electrónico ha pasado lo mismo. En Google dicen que mucho ha cambiado desde que se inventó, 40 años. Y ha ido evolucionando poco a poco. Nada tiene que ver el correo de hace 40 años con el de hoy. Con Gmail, por ejemplo, las conversaciones se anidan. Podemos tener adjuntos multimedia. Incluso embeber vídeos. Pero sigue siendo correo electrónico, y alguien con un ordenador viejo y un programa antiguo puede recibirlos, aunque se pierda algunas cosas.

Pero ahora llega la televisión digital y hay que cambiar. Y todos a la vez, ya que de lo contrario no podremos ver la televisión. Hay una innovación disruptiva, para liberar espectro (no os creáis que se hace para aumentar la calidad). Y hay que hacer un despliegue masivo de transmisores, hacer fuertes inversiones, y luego la gente tiene que comprarse nuevas teles o decodificadores digitales. Es un trauma. Y se está haciendo porque hay un gran impulsor que es la administración con una fecha límite.

En Internet también ha habido innovaciones disruptivas. Por ejemplo, actualmente usamos la versión 4 del protocolo IP (aunque por motivos históricos realmente es la primera). Y hay pocas direcciones, ya que cuando se diseñó no se pensó que podría crecer tanto la red, a un nivel global. Ya hay una alternativa, IP versión 6 (curiosamente, la 5 tampoco existió nunca). Y se lleva hablando de ella muchos años. Pero es muy complicado cambiar la versión a todos los routers y ordenadores de Internet, de un día para otro. Es un cambio que sería muy positivo, nos olvidaríamos de chapuzas como NAT, pero es una innovación tan disruptiva que es muy difícil de aplicar.

Y se me ocurre también el ejemplo de los palillos chinos. Los tenedores y cuchillos son muy superiores. Y los lenguajes basados en fonemas son también muy superiores a los basados en ideogramas, la curva de aprendizaje es mucho más rápida. Pero ahí se mantienen dichas cosas en Asia. Porque a veces, las innovaciones disruptivas son muy difíciles de aplicar.

También podríamos hablar de los países que conducen por la izquierda. Producir coches en todo el mundo con el mismo sentido de conducción sería mucho más eficiente. Algunos países hicieron el cambio hace tiempo (Suecia, por ejemplo), pero hoy en día con la gran cantidad de conductores es muy complicado. Una innovación difícil de aplicar.

Y con Google Wave puede pasar lo mismo. Es muy buena innovación, ya digo, disruptiva, pero todo el mundo debería usarla para que mereciera la pena. Si yo uso Wave y me tengo que comunicar con una persona que no, ¿tengo que mantener dos pestañas abiertas, la de Gmail para los que usan correo y la de Wave para los que ya han evolucionado? Es un problema. Y en Google deben saberlo, ya que al final del vídeo dicen que esperan de la comunidad que proporciones pasarlas a email. O sea, que no han conseguido ninguna que esté bien, ¿no? Que puedes caer en el problema de usar Wave sin todas sus ventajas, como un japonés que de vez en cuando coge un tenedor.

¿Será Google Wave una de esas innovaciones disruptivas traumáticas o que se quedan en nada o por el contrario dentro de diez años todo el mundo usará Waves y no emails? No creo que el email desaparezca rápido, la verdad.


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1 comentario:

Jorge dijo...

Que Google intente dominar el mundo sí que sería buena idea. Yo me uniría a su causa. Viviríamos en un mundo de versiones Beta que funcionarían mejor que muchas de las cosas definitivas que tenemos hoy.

Larga vida a Google y a sus grandes ideas!! (Como este Google Wave)