En la era digital, con Internet, pen drives, discos duros, la nube, el torrent, y todo tipo de medios para transferir información, ésta tiende a difundirse. La contención es prácticamente imposible.
La primera que descubrió esto fue la industria musical. Una vez que la música era información, bits, la multiplicación era muy sencilla. Simplemente un archivo de música se podía replicar y replicar, sin perder calidad, a coste cero. La industria musical intentó pararlo, pero es imposible. Dentro de Internet se pueden poner vallas al campo, pero al final la información es como el agua, si el caudal es abundante se filtra por todas partes.
Luego fue la industria del cine. La respuesta fue la misma, ineficaz. La información sigue fluyendo por todas partes. Sí, sé que le quieren poner puertas, sé que a veces parece que van a tener éxito, pero si no circula por Internet circulará de pen drive en pen drive.
Ahora viene la industria editorial y los libros. Están cometiendo los mismos errores y se van a chocar con el mismo muro. Y mira que algunos lo venimos avisando desde hace tiempo.
Mi opinión siempre ha sido que estas industrias deben cambiar de modelo de negocio, que el suyo está obsoleto. Que busquen otro. La clave está en la sencillez. No hay más que ver a gente comprando música en iTunes o escuchándola en Spotify. Es más sencillo que buscarla en el P2P. (Por cierto, sé que Spotify tiene pérdidas, pero seguro que encuentran la forma de rentabilizar mejor a su comunidad de usuarios).
Pero ahora el fujo libre de información ha saltado fuera de la industria del entretenimiento. Ahora ha llegado Wikileaks. Y la información que fluye es la que mantienen los Estados en secreto. Y esto va a ser muy difícil de parar. Sin entrar a valorar por qué se está persiguiendo a Wikileaks si son los periódicos de toda la vida los que están publicando todo (vamos, que no tienen huevos a cerrar el New York Times, The Guardian, Le Monde, El País o Der Spiege), esto me parece una extensión más de lo mismo. Podrán cerrar Wikileaks, con maniobras de dudosa legalidad, porque por lo que sé no hay ninguna denuncia. Pero si no es Wikileaks será otro. Será un pen drive, será una red P2P, será una red anónima en Internet, será uno de estos periódicos que colaboran con Wikileaks. La información tiende a difundirse. Los Estados tienen que cambiar su "modelo de negocio" diplomático.
¿Cómo? Evidentemente tiene que basarse en menos información secreta. Puede que un Estado no funcione sin información confidencial. Puede que sí. Desde luego tienen que replanteárselo, porque esto que hasta la fecha era un problema menor (filtraciones siempre ha habido) ahora va a ser una fiesta.
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