viernes, junio 17, 2005

El otoño en Pekin

Ingenioso libro el que me he leído de Boris Vian, tanto que voy a poneros un par de citas que me han gustado bastante. Para los que no conozcáis a este autor, deciros que escribe libros surrealistas, en el que los personajes son raros, el mundo es cruel, la moral es distinta. Pero te hacen pensar acerca de cómo es nuestro mundo. Y todo esto en un autor que vivió de 1920 a 1959.

La primera cita que me ha gustado es:

-Su libreta de enfermos, ¿no?
-Sí. Estos de la izquierda son los que he curado. Los de la derecha son los que han muerto. Mientras tenga más a la izquierda puedo seguir.
-No lo comprendo.
-Quiero decir que puedo seguir matando pacientes hasta que el número de muertos coincida con el número de los que haya curado.
-¿Matar así, por las buenas?
-Sí [...]


La otra cita es:

-Bueno -dijo el abad-, todo el mundo mata a alguien todos los días. No comprendo por qué ha rehusado una plaza de ermitaño. La religión ha sido inventada para colocar a los criminales. No me lo explico.

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