Ayer Canadá aprobaba los matrimonios entre personas del mismo sexo y hoy lo ha hecho España, que por fin vamos a la cabeza del mundo en algo. Ha debido de ser la modificación del código civil más pequeña que jamás se ha hecho, puesto que se han sustituido las palabras "hombre y mujer" por "cónyuges" y "padre y madre" por "progenitores", aparte de una mención expresa de que el matrimonio tiene los mismos requisitos y derechos sin importar el seño de los contrayentes.
Me alegro por todos los gays. Ahora viene el momento en que se puede decir: "casarse, ¿para qué?" como hacen muchos heterosexuales. Ahora se puede decidir, antes no.
Nos vemos en el día del orgullo gay en Madrid este fin de semana. ¡La vaca sueca te anima a que vayas!
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