Su carrera posterior ha sido meteórica. En apenas 13 años habrá conseguido pasar de becario en la sección de economía a director del diario. La receta ha sido la siguiente: dos años como redactor en la sección de economía, tres en México como jefe de redacción, otros dos como responsable de la edición internacional, tres más de jefe de economía, un año en Berlín como corresponsal y dos años y medio como director de Cinco Días.
Aquel fue su puesto clave, la prueba definitiva que catapultó su carrera. Al frente de Cinco Días, con el diario en pérdidas, tuvo que afrontar un duro expediente de regulación de empleo que supuso la salida de casi la tercera parte de la plantilla vía despidos, recolocaciones o prejubilaciones. La dirección de Prisa quedó encantada con el trabajo de Moreno.
Tras los despidos de Cinco Días, regresó a El País como subdirector en junio de 2005. A los tres meses fue nombrado director adjunto. Su último y definitivo ascenso apenas ha tardado medio año más.
¿Quién no quiere una carrera así?
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