miércoles, abril 19, 2006

Viaje a Japón (I) - El viaje en sí

Voy a escribir tres o cuatro artículos sobre el viaje a Japón. En este primero trataré de lo que ha sido el viaje. En el siguiente o dos siguientes hablaré de curiosidades de Japón (lo que más me ha sorprendido) y por último haré un artículo sobre mis recomendaciones en el caso de que alguno de mis lectores quiera visitar Japón.

El viaje empezó el día 7 de abril por la mañana, en el que cogimos un vuelo de KLM desde Madrid a Amsterdam y posteriormente otro también de KLM desde Amsterdam hasta Tokyo (aeropuerto de Narita). Por la duración del viaje y el cambio de hora llegamos a Tokyo el sábado 8 de abril por la mañana. La zona de Tokyo, que incluye las ciudades adyacentes, ya pegadas, y que comprende unos 12 millones de habitantes, se llama Kanto, la llanura del este. Tokyo proviene de Tokyoto, que significa al este de la capital del este. La capital del este es Kyoto, que fue la capital de Japón hasta lo fue Tokyo. Esta información no es correcta. Mirad la aclaración al final.

Una vez en el aeropuerto cogimos un tren a Tokyo centro (hay dos trenes directos, el que te intentan vender que tarda una hora y es carillo y el que tarda hora y media y cuesta menos de la mitad que el otro y no aparece anunciado en ningún sitio; nosotros cogimos el barato). En Tokyo lo primero que hicimos fue ir al barrio de Akihabara, donde nos alojamos la primera noche en un capsule hotel, uno de estos hoteles que son una cabina por persona. El sitio en sí es pequeñito, una recepción pequeñita con Internet gratis, siete pisos con capsulas para hombres y dos para mujeres. Totalmente separados hombres y mujeres, como muchas cosas en Japón. Este tipo de sitios están pensados para la gente que después de irse de juerga no tiene transporte público para irse a casa, así que estará lleno de japoneses borrachos o al menos trasnochadores. El precio es correcto, 28 € la noche. Y es céntrico. En esta zona de Tokyo es donde están las tiendas de tecnología, edificios inmensos llenos de cacharros y empleados con altavoz en mano anunciando las ofertas. Conseguí ver el Sony Reader en su versión japonesa, aunque me decepcionó un poco el contraste. No me compré nada aunque las cosas estaban un poco más baratas que en Epaña, incluso cosas que no son japonesas, como el iPod. Pero cuidado, un amigo se compró un iPod y le metieron un 20% extra en la aduana al llegar a Europa. Si te compras algo tenlo en cuenta o tira la caja y llevatelo puesto. Para que os hagáis una idea de los precios, una PSP sin nada cuesta 170 €, cuando en España cuestan actualmente 200 €.



Por la noche fuimos a Shibuya, que es realmente la zona más interesante de Tokyo, con sus grandes edificios, sus pantallas gigantes, sus miles de restaurantes, karaokes como los de Lost in Translation y sus miles de habitantes todos en la calle. ¡No pensaba que hubiera una ciudad con tanta gente en la calle por la noche fuera de España!



Al día siguiente, domingo 9, ya nos cambiamos a un hotel normal, en plan albergue juvenil pero con habitaciones individuales, para dos, para tres o para cuatro, con baños compartidos. Internet por 70 centimos los 10 minutos. Desayuno barato. Bastante céntrico. Precio también correcto, si no pillas habitación individual por menos de 28 € la noche.

El resto de días en Tokyo, hasta el miércoles, visitamos la ciudad, Asakusa, Akasaka, Roppongi, Ginza... Subimos a la Tokyo Tower para ver las vistas por la noche y al ayuntamiento, que también es un edificio alto. Comimos en sitios exóticos (desde el punto de vista Europeo) y aprendimos que no todo es sushi. Compramos souvenirs. Y creo que nos llevamos una visión bastante correcta de lo que es Tokyo: una ciudad inmensa que no se le ve al final, con mucha tecnología y una parte antigua completamente reconstruída.

El miércoles 12 cogimos el tren de alta velocidad (Shinkasen) a Osaka. La zona que comprende Osaka, Kyoto, Nara y otras ciudades se denomina Kansai, la llanura del oeste. En Osaka pasamos todo el día, visitando el castillo de la ciudad y la parte moderna. También tuvimos la suerte de pillar los cerezos en flor, que tanto gustan a los japoneses y vimos un parque que sólo abre una semana al año, justo cuando nosotros estuvimos. En dicho parque tienen más de 300 cerezos de más de 100 especies distintas. Todo muy bonito aunque masificado de gente. Por la noche fuimos a casa del amigo que nos aloja, en Nara.

El jueves visitamos Nara por la mañana. Me sorprendió gratamente. Su zona de templos es preciosa, rodeada de ciervos en libertad, que se acercan a los turistas para que les den algo de comer. Además allí se encuentra, en un templo, el buda más grande de todo Japón, que es realmente enorme. Por la tarde, después de dar una vueltecilla por la zona comercial, fuimos a unos baños japoneses, que consisten en unas piscinas de agua caliente, tanto interior como exterior, saunas, algunos chorros de agua y una piscina fría. Está muy bien, aunque la zona de hombres y la de mujeres está separada (todo el mundo está desnudo).



El viernes y el sábado estuvimos en Kyoto. La ciudad es increiblemente grande y la mayor parte de los trayectos hay que hacerlos en autobús, que están mal preparados para los turistas. Muy bonitos los templos, destancando el Golden Pavilion, recubierto de oro. También es muy bonito el barrio de Gion, que aunque reconstruido tiene las casas como si fueran las antiguas casas japonesas, cosa que cuesta ver en las ciudades, masificadas con edificios de pisos bastante feos. Kyoto en general merece mucho la pena y nos quedaron bastantes cosas por ver. Una cosa que no aparece mucho en las guías es el Fushimi Inari Shrine, una zona en las montañas adyacentes a Kyoto (se puede ir en metro) en la que hay miles de puertas torii, esas puertas naranjas que aparecen en Memorias de una Gheisa. Muy recomendable.



El domingo fuimos a visitar un castillo Ninja en un pueblo, que ha convertido el castillo en una atracción turística. Museo Ninja, Castillo, toda la ciudad llena de restaurantes turísticos... un show.



Y ya el lunes 17 pillamos en el aeropuerto de Kansai, a las afueras de Osaka, el avión que nos traería de vuelta a Madrid, vía Amsterdam, también de KLM. Cabe destacar de este Boing 777 que cada asiento tenía una pantalla y podías elegir la película que querías ver en cualquier momento, con un catálogo bastante amplio. Hemos salido todos bastante contentos de elegir KLM.

El próximo artículo tratará sobre las cosas curiosas de Japón, ¡seguro que os resulta mucho más interesante que este!

Actualización: e-ness, la fuente de información que me dijo el significado de Tokyo y Kyoto puntualiza lo siguiente (se puede ver en los comentarios):

Me corrijo, la información que te dí del nombre de Tokyo no era correcta. Kyoto no significa "Capital del Este", sino "Ciudad Principal" o Capital. AL parecer se compone de 2 palabras: Kyo To. Sin embargo, estas 2 palabras que también forman Tokyo (To y Kyo), tienen un sgnificado diferente, y realmente vienen de ToKyoTo, es decir, al Este de Kyoto, o la Capital del Este. Luego realmente, Tokyo es la Capital del Este, y Kyoto, simplemente la Capital.



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5 comentarios:

naani dijo...

Como me encanta la última foto!, espero que tengas muchas de estos locos nipones pequeño gaijin... (gaijin-sama como mucho, a lo aldeano japonés :P)

e-ness dijo...

Me corrijo, la información que te dí del nombre de Tokyo no era correcta. Kyoto no significa "Capital del Este", sino "Ciudad Principal" o Capital. AL parecer se compone de 2 palabras: Kyo To. Sin embargo, estas 2 palabras que también forman Tokyo (To y Kyo), tienen un sgnificado diferente, y realmente vienen de ToKyoTo, es decir, al Este de Kyoto, o la Capital del Este. Luego realmente, Tokyo es la Capital del Este, y Kyoto, simplemente la Capital.

cactux dijo...

Yo quiero ver la foto del vagón de mujeres!!!

(Sorry por el spoiler)

Anónimo dijo...

Jajaja joder como molan las capsulas esas!! Dormisteis en camas dignas de ser usadas en thrillers(the jacket) o pelis del espacio! Como te metes alli dentro? No da claustrofobia? q cosas... A ver si nos vemos por el msn y pasas algunas fotos de todo, q vaya tela!

vacasueca dijo...

Las cápsulas tienen la entrada por los pies y no se pueden cerrar, sólo por una cortinilla. Tienen una altura de medio metro, así que no es muy clautrofóbico que digamos. Las literas normalmente dejan menos espacio aunque claro, tienen un lateral abierto y aquí sólo los pies. A mi no me agobió y dormí bastante bien.

Saludos Marc, ya hablamos.