Lo primero es que la época en que he hecho el viaje, principios de abril, es muy buena, pues los cerezos están en flor y Japón está inundado de cerezos, que además están muy valorados. Lo malo es que nos ha llovido muchísimo, a pesar de no ser la estación de lluvias. No sé si será normal que llueva tanto en abril, pero aún así la época de cerezos merece mucho la pena. El vuelo, para que salga más económico, que no barato, hay que comprarlo con mucho tiempo, cuatro o cinco meses. KLM está bien, lo recomiendo pese a que a veces pasen cosas desagradables. Recomiendo volar a Tokyo (Aeropuerto de Narita) y volver desde Osaka (Aeropuerto Internacional de Kansai).
Mi estancia mínima recomendada es dos días en Tokyo y cuatro en Kyoto, aunque se pueden echar más días en Kyoto (vamos, en la zona de Kansai). Tokyo en dos días se ve lo más importante, el resto no merece la pena verlo aunque por supuesto, para gustos colores. En Tokyo yo no me perdería Akihabara (la zona tecnológica de gadgets), Shibuya (zona con grandes pantallas luminosas estilo Blade Runner), Harajuku (la zona friki, con tiendas de ropa rara y gente vestida de sus héroes manga), Roppongi, y la vista desde el Tokyo Metropolitan Government Office (Tocho, gratuito subir). Más cosas que se pueden hacer es subir a la Tokyo Tower (un poco caro y un pelín más céntrico que Tocho), ir a Asakusa (más que nada por las tiendecitas, la parte antigua está reconstruida) y Odaiba (la isla artificial en la bahía de Tokyo, es realmente grande). Yo me alojé en el Sakura Hotel y es como un albergue y céntrico. Lo recomiendo. Lo del capsule hotel no tanto, sobretodo si en el grupo hay hombres y mujeres, pues estarán separados.
La forma de ir de Tokyo a Kyoto más cómoda es el tren. Te costará unos 100 € si vas en Shinkansen (alta velocidad) en reserved seat o en unreserved seat (la diferencia entre ambas, equivalente a 2ª y 3ª clase, es de menos de 6 € y como yo fui en reserved seat porque no sabíamos que existía la otra opción no sé si hay mucha diferencia; en reserved seat se duerme bien). Son dos horas y media.
Kyoto merece al menos tres días. Aquí lo que hay que ver son las cosas antiguas, templos, jardines zen, paseos debajo de cerezos en flor. Las cosas están bastante separadas, así que se pierde mucho tiempo en transporte. Merece la pena ver el Golden Pavilion, Sanjusangendo, Ryoanji (sólo si te gustan los jardines zen), Gion, el path of philosophy (si los cerezos están en flor) y Fushimi Inari Shrine (se anda bastante, hay que ir antes de que anochezca). Me quedé con ganas de ver el Silver Pavilion y Kiyomizudera. Fuera de Kyoto merece la pena ver Nara, sobretodo por Todaiji, el templo con el Buda más grande de Japón, aunque hay más cosas interesantes que ver. Y Osaka merece la pena una tarde, para ver tanto el parque donde está el castillo (cerezos en flor) y la parte moderna, aunque sólo un rato.
Otra recomendación, aunque no lo pudimos hacer porque estaba todo ocupado un mes antes de ir, es ir a un Ryokan, una especie de hotel que es una casa tradicional japonesa. Hay que reservarlo con muuucho tiempo, sobretodo para grandes grupos.
Y por último tengo que recomendar probar todas las cosas de comer que os encontréis, intentando no repetir, ya que hay gran variedad de comida (no todo es sushi).
Este es el último artículo de la serie, a no ser que se me ocurra escribir sobre algo concreto de Japón, alguna foto curiosa, pero vamos, sobre el viaje en sí esto es lo último. Espero que os hayan gustado.
Previamente:
Viaje a Japón (I): El viaje en sí
Viaje a Japón (II): Curiosidades
Más info:
Kirai: Vistando Tokyo
Tags Technorati: Japón, Kyoto, Nara, Osaka, Kansai
2 comentarios:
Buen trabajo. Muy completo. Si algun dia voy a japon (aunque no lo creo, me llama mas sudamerica o nueva zelanda como viaje largo) no dudare en echarle un ojo
Al final me ha quedado más larga de lo que pensaba, pero me alegro, ya que dentro de unos años podré leer lo que fue el viaje. Y si a alguien le sirve de algo pues mejor :)
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